Si nos imaginamos la escuela como un centro abierto, conectado con su entorno, transformador y pedagógico, nos daremos cuenta de que forma parte de la comunidad y que, a la vez, crea comunidad. Desde esta mirada, nos podemos plantear qué acciones de mejora y dinamización local podemos hacer con la Administración y entidades de los alrededores. Por lo tanto, partimos de una escuela facilitadora de aprendizajes y que es capaz de ayudar a construir una ciudadanía activa.

¿Qué puede hacer la escuela respecto al medio ambiente?

La educación es un elemento clave en la respuesta al cambio climático: tiene un papel imprescindible para que cada niño adquiera los conocimientos, habilidades, actitudes, competencias y valores necesarios para dar forma a un futuro sostenible. Educar sobre el cambio climático, el medio ambiente y el desarrollo sostenible va más allá de la clase de ciencias y supera el ámbito del aula: afecta a todos los componentes del sistema educativo, es transversal al currículum y define un modelo de aprendizaje continuo, que dura toda la vida y comprende diferentes sistemas en los que nos encontramos inmersos.

¿De qué habilidades y competencias estamos hablando?

Promoción del pensamiento crítico, metodologías de investigación de información, habilidades de resolución de problemas, y competencias para predecir acontecimientos en contextos cambiantes y para actuar de manera colaborativa, responsabilidad frente a las propias acciones, empatía hacia los otros, respeto hacia lo mío y lo de los otros… Tomar conciencia de que los recursos de la naturaleza son limitados y que debemos cuidarlos, nos hará replantear qué modelo de consumo tenemos habitualmente y cuál queremos tener.

También debemos poder reflexionar sobre los fenómenos atmosféricos cada vez más nocivos: temperaturas más altas que afectan la salud, especialmente de los más pequeños y vulnerables, tormentas más intensas y sequía grave, y cómo tenemos que aprender a protegernos ante estas situaciones.

¿Cómo podemos ir trabajando todos estos valores a lo largo de la escolaridad?

Te dejamos algunas ideas para trabajar desde:

  • Área de ciencias sociales: poblaciones afectadas por el cambio climático, usos del suelo y desastre naturales, conflictos por los recursos…
  • Área de lengua y lengua extranjera: comprensión lectora, argumentación, vocabulario específico relacionado con el clima, conocimiento y debate sobre las campañas informativas como forma de comunicación y sensibilización…
  • Área de matemáticas: comprensión de las cifras publicadas sobre los efectos del cambio climático, probabilidades y modelos predictivos…
  • Área artística: diseño gráfico y activismo, reutilización y uso de materiales reciclados en la producción artística, diseño de infografías…
  • Área de tutoría o educación en valores: responsabilidad, debate, resolución de conflictos, interdependencia, empatía…

Por lo tanto, si las personas somos parte del problema, podremos ser parte de la solución. Esta mirada capacitadora y positiva respecto a nuestro futuro también es un derecho de los niños y sus familias. ¡La única acción que no tiene efecto, es la que no se hace!

Recursos disponibles:

Días para actuar:

  • 30 de enero: Día de la Paz
  • 22 de marzo: Día del Agua
  • 22 de abril: Día Internacional de la Madre Tierra
  • 22 de mayo: Día Internacional de la Diversidad Biológica
  • 5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente
  • 17 de junio: Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía
  • 16 de septiembre: Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono
  • 13 de octubre: Día Internacional para la Reducción de los Desastres

Un artículo de:

Rebeca López.
Psicóloga y terapeuta familiar. Técnica del Programa Komtü.