Correr arriba y abajo, saltar por todas partes, nadar en la playa o ir en bicicleta largas tardes de verano. Seguramente, todos y todas tenemos recuerdos divertidos de la niñez relacionados con una, dos o quizás muchas de estas actividades y recordamos estos momentos como instantes de juego, de alegría, de gozo y bienestar en compañía de nuestras amistades.

Y a veces, a medida que nos hacemos adultos, algunas de estas actividades dan paso a los estudios, a las obligaciones laborales o, incluso, al tiempo de ocio mirando una serie en la infinidad de plataformas digitales. Y aquello que hemos escuchado a menudo de “hacer deporte mejora nuestra salud, no solo física sino también emocional”, lo dejamos para más adelante.

Para animarte a practicar deporte, y que la pereza no gane la partida, te compartimos 8 evidencias que relacionan el deporte con el bienestar emocional.

1. La práctica deportiva mejora nuestro estado de ánimo.

Está comprobado que llevar a cabo una actividad física regular, adecuada a nuestro estado de salud física, mejora la calidad de vida y la percepción de bienestar general. Y esto es por el hecho de que, con la actividad física, nuestro cuerpo genera cuatro hormonas que se conocen como «el cuarteto de la felicidad»: serotonina, endorfina, oxitocina y dopamina.

 

2. La serotonina mejora la autoestima y la confianza.

Mientras practicamos deporte, segregamos la hormona de la serotonina, que implica superar los retos que nos proponemos. Además, si el deporte se hace en compañía, supone formar parte de un grupo con quien nos identificamos.

 

3. Las endorfinas funcionan en el cerebro como un analgésico natural.

Al practicar deporte, generamos más cantidad de endorfinas, que posteriormente propician un estado de relajación, y nos ayudan a hacer frente a posibles situaciones que nos generen estados de estrés o de miedo.

 

4. La dopamina es el neurotransmisor del placer por excelencia.

Y pocas explicaciones más hacen falta si nos preguntamos: ¿quién no ha sentido placer después de pasárselo bien practicando aquel deporte que tanto le gusta? Y es que nuestro cerebro segrega dopamina cuando algo nos estimula o nos hace sentir bien.

 

5. La oxitocina equilibra los vínculos emocionales y afectivos.

No solo cuando damos un abrazo a nuestro hijo o hija o a alguien querido, segregamos la famosa oxitocina, sino que con la práctica deportiva compartida se establecen relaciones que favorecen la creación de esta hormona, que ayuda a equilibrar los vínculos emocionales y afectivos.

 

6. Hacer deporte mejora nuestra condición física general.

Aparte de todas estas explicaciones más de cariz neurobiológico, es indudable que hacer deporte mejora nuestra condición física general que, a la vez, disminuye la probabilidad de sufrir estrés, ansiedad y ayuda a prevenir otros tipos de desregulaciones en el estado de ánimo. Hay estudios que han demostrado una relación directa entre la práctica deportiva y la reducción en el consumo de fármacos.

 

7. El deporte fomenta la comunicación interpersonal y intrapersonal.

La comunicación intrapersonal es una comunicación con nosotros mismos/as. Y es que la práctica deportiva nos ayuda a conocernos mejor, a superar los retos que nos proponemos, a pensar en nuestras capacidades y habilidades y, de rebote, aumentar nuestra autoestima.

 

8. La práctica deportiva promueve las relaciones sociales.

La última evidencia es que hacer deporte nos rodea de personas que también lo practican, con hábitos saludables. Además, nos permite fomentar las relaciones sociales y acabar con un «tercer tiempo» rodeados de nuestras amistades.

 

Y tú, ¿lo dejas para mañana o empiezas hoy mismo?

Un artículo de:

Joan Ronzano.

Psicólogo y educador social. Técnico del Programa Komtü.

 

 

Referencias bibliográficas

Gómez-Zorita,S.,& Urdampilleta,A. (2013) Influencia de la dieta y la actividad físico-deportiva sobre el efecto de los fármacos. Facultad de Farmacia. Universidad del País Vasco (UPV-EHU)

León, F. J. G., Giménez, M. L., Bernalte, A., Dávila, J., & Cordeiro, J. A. Una aproximación desde la psicología de la salud. Grupo investigador en Psicología de la Salud. Universidad de Cádiz (UCA). Pai- 386-cts.